1- ¿De dónde nace Épico?
Nace del primer trabajo al que me dediqué una vez terminada la carrera, donde conocí a una psicóloga que tenía una mirada diferente sobre cómo trabajar la enfermedad mental. Nace del deseo de hacer las cosas a nuestra manera y de la convicción de que a nuestra manera las personas con enfermedad mental podían mejorar. Y nace de la oportunidad que me dio mi familia al dejarme transformar el domicilio familiar en una residencia para personas con enfermedad mental.
2- ¿Por qué es especial vuestro método?
Porque construimos con cada paciente una relación terapéutica donde lo más importante para predecir el éxito o explicar el fracaso de la intervención, es la relación. Logramos construir entre el equipo de trabajo y cada paciente un sentimiento de “nosotros”, un vínculo emocional positivo y una alianza que nos permita alcanzar acuerdos mutuos sobre los objetivos terapéuticos a perseguir y las tareas a realizar para alcanzarlos.
Se trata de alcanzar el punto medio en el que podamos estar emocionalmente conectados a nuestros pacientes, pero con la distancia adecuada para poder ayudarles a encontrar la mejor vía para resolver sus problemas.
3.- ¿En qué os diferenciáis de la competencia? ¿Por qué hay que elegir Épico?
En que somos un centro chiquitito, con apenas doce plazas y que esta característica precisamente es la que nos permite vincularnos individualmente con cada paciente. Se vuelve del todo imposible conocer, comprender y conectar con cada paciente en un centro donde conviven 30 o 40 personas, y es fácil caer en la creencia de que por la falta de iniciativa que es común en esta población y por el handicap de entender estas enfermedades como crónicas, se marquen objetivos terapéuticos poco ambiciosos, basados en la creencia de que “no se puede hacer nada” Es tarea del equipo educativo encontrar la manera de llegar al paciente, de proponerle cambios y de darle el apoyo que necesite para alcanzarlos.
4- ¿Qué experiencia os avala?
Son ya quince años trabajando en la recuperación de la salud mental, lo nuestro ya no es una propuesta, es una realidad. Tenemos un equipo de trabajo bien armado y muy involucrado en esta manera de trabajar y de entender la enfermedad mental. Nuestro mejor aval son los resultados, nuestros pacientes mejoran todos, sólo tienes que preguntar a las familias que acuden a nosotros para entender que no vendemos buenas voluntades.
5- ¿Qué destacarías de todos vuestros servicios?
La cercanía, la involucración personal del equipo en cada una de nuestros pacientes y la profesionalidad en la búsqueda del camino de la recuperación.
6.- ¿Cómo son las personas que trabajan en Épico? ¿Qué resaltas de ellos?
Somos un equipo de trabajo muy joven que se ha formado tirando de la cantera que es para nosotros las practicas profesionales de empresa. Casi ningún miembro del equipo traía consigo una visión preconcebida de la enfermedad mental, esta fue su primera experiencia profesional con este ámbito de trabajo, lo que les ha permitido crecer bajo nuestra filosofía y nuestro modo de entender la enfermedad y su recuperación.
7- ¿Hacía dónde va el futuro de Épico?
Ojalá que nuestros pacientes sigan marcando nuestros objetivos como ha sido hasta ahora. Empezamos con un centro de ocho plazas para convertirlo en doce y alcanzar así la estabilidad que nos permitió crecer tanto como empresa como en los servicios que prestábamos. Abrimos el primer piso tutelado para dar salida a tres pacientes que alcanzaron después de tres años de trabajo en la residencia, un nivel adecuado de autonomía como para poder salir del ámbito residencial. Luego llegó el segundo para dar cobertura a otros compañeros en la misma situación. Y ahora estamos en mitad de un proceso de ampliación, vamos a construir otra residencia gemela a la que ya tenemos pero con las adaptaciones físicas necesarias para que los pacientes que no han logrado salir de la residencia a piso tutelado y empiecen a hacerse mayores, tengan un centro donde puedan ser atendidos íntegramente.
Si me preguntas cual creo yo va a ser el próximo reto de mis pacientes, te digo que sueño con la integración laboral y que ojalá ese reto se haga realidad, porque eso supondría para mis pacientes un nuevo nivel de integración social, que aun no han alcanzado. Seria hacer realidad un sueño recurrente que tengo desde hace mucho tiempo.