Cuando terminé mis estudios de Bachillerato me matriculé en la Universidad de Filosofía, como una manera de intentar entender el mundo, el ser humano y a mi misma también. Siempre me había gustado mucho esta asignatura y decididamente creo que la Filosofía nos ayuda a aprender acerca de nosotros mismos y de la realidad que nos rodea.
Hago el curso de Monitor de Ocio y Tiempo Libre para trabajar en verano y, gracias a ello, descubro cuánto es el disfrute que siento al poder trabajar con personas. Necesito más y en el año 2008 decido estudiar Educación Social y encaminar así mi profesión al trabajo con personas. En el año 2010 se me presenta la oportunidad de trabajar los fines de semana en una Vivienda Tutelada de salud mental y sin saber nada sobre este ámbito de rehabilitación, me lanzo a esta nueva aventura. Una aventura que dura hasta el día de hoy.
A lo largo de todos estos años he ido compartiendo el día a día de todas las personas que conviven aquí, he aprendido de ellos y he crecido con ellos. Su implicación en cada uno de mis talleres no deja de sorprenderme a día de hoy. Gracias a este regalo, he crecido como Educadora encaminando mi formación hacia ámbitos del trabajo emocional, que es donde creo que sirvo más de ayuda. Me he formado en Inteligencia Emocional, en Terapias Creativas y Risoterapia, y en Gestion Emocional y Mindfunless.
Divirtiéndonos, compartiendo y aprendiendo de nuestras experiencias, hemos logrado entre todos, que las actividades y talleres sean una parte esencial del trabajo de crecimiento que aquí se hace. Trabajar aquí ha provocado en mi desde el primer día, el deseo y las ganas de aprender más, para potenciar mi trabajo y conseguir llegar a lograr cambios cada vez más profundos.
Para mí es un orgullo pertenecer a esta familia.