Las festividades navideñas, aunque a menudo llenas de alegría y amor, pueden ser una época desafiante para muchas personas, especialmente para aquellos que luchan con problemas de salud mental. Aquellos que experimentan enfermedades mentales que conllevan una tristeza profunda, un sentimiento de soledad y de vacío o una incapacidad para conectar con los demás pueden temer a las fiestas navideñas por considerarlas la peor época del año. El estrés, las expectativas sociales y las presiones financieras pueden contribuir a un ambiente festivo lleno de obstáculos para quienes ya enfrentan desafíos en su bienestar emocional. En este artículo, exploraremos cómo las celebraciones de Navidad pueden afectar a los pacientes de salud mental y ofreceremos consejos para que esta temporada sea más llevadera.
Hay profesionales que hablan del “síndrome del villancico”, también del “síndrome de la silla vacía”… el caso es que ya en 2019 se llevó a cabo un estudio denominado I Observatorio de la Navidad en España que señalaba que al 33 % de los españoles no le gustaba la Navidad. De ellos, el 27 % aseguraba que le agrada poco y el 6 % directamente la odiaba. Según el estudio, la nostalgia era la primera causa que generaba aversión, un sentimiento que afecta al 60 % de las mujeres y al 47 % de los hombres encuestados. El 35 % de las mujeres hablaba, además, de tristeza, identificada en muchas ocasiones con ese síndrome de la silla vacía, que surge cuando las emociones por la muerte o la ausencia de un ser querido entran en conflicto con el ambiente festivo típico de las celebraciones navideñas.
«Socialmente, la Navidad se asocia con felicidad y armonía, esto es lo que se nos inculca ya desde la infancia. Evidentemente, no todo el mundo lo vive igual. Depende de las circunstancias vitales de cada uno de nosotros, las cuales pueden ser diversas: tener a personas queridas o familiares hospitalizados, ser inmigrante, estar privado de libertad, tener muy pocos recursos básicos, estar pasando por un proceso de duelo, sentirse solo, pasarlo mal por la ausencia y la añoranza de un ser querido, etc.», explica al respecto Sílvia Sumell, profesora colaboradora del grado de Psicología de la UOC.
Ante esto, desde Epico queremos daros unas pautas para sobrellevar los efectos de las festividades en la salud mental y poder manejar el estrés navideño de la mejor forma posible.
- Soledad y aislamiento: Para aquellos que luchan con la depresión, la ansiedad o trastornos del estado de ánimo, la sensación de soledad durante las festividades puede ser abrumadora. La presión de estar rodeado de amigos y familiares felices puede intensificar estos sentimientos. Es importante recordar que está bien buscar apoyo emocional y conectarse con amigos de confianza o grupos de apoyo durante esta época.
- Expectativas irreales: Las expectativas sociales y personales pueden aumentar durante la Navidad, lo que puede generar una sensación abrumadora de no estar a la altura. Los pacientes de salud mental a menudo se sienten presionados para actuar felizmente o para cumplir con las expectativas de regalos y celebración. Reconocer y comunicar límites realistas con amigos y familiares puede ayudar a aliviar esta presión.
- Presiones financieras: Los gastos adicionales durante las festividades pueden llevar a preocupaciones financieras, lo que puede ser especialmente angustiante para aquellos que ya se enfrentan a desafíos económicos. Planificar un presupuesto con anticipación y considerar regalos significativos en lugar de costosos puede ayudar a aliviar parte de esta presión.
- Efectos en el estrés y la ansiedad: Las celebraciones de Navidad a menudo vienen acompañadas de una agenda llena de eventos, viajes y reuniones familiares. Para los pacientes de salud mental, este aumento en la actividad y el estrés puede ser desencadenante. Es importante tomarse el tiempo necesario para el autocuidado, establecer límites y recordar que está bien decir «no» cuando sea necesario.
- Autoestima y autocrítica: La comparación con otros durante las festividades puede llevar a una baja autoestima y autocrítica. Recordar que todos enfrentan desafíos y que nadie es perfecto puede ser un recordatorio valioso. Enfocarse en el autocuidado y la autocompasión es esencial.
- Apoyo y comunicación: Si eres un paciente de salud mental, no dudes en comunicar tus necesidades a tus seres queridos. El apoyo de amigos y familiares que comprenden tus desafíos es fundamental. Además, considera la posibilidad de hablar con un profesional de la salud mental para obtener orientación y apoyo adicional.
En resumen, las celebraciones de Navidad pueden tener un impacto significativo en la salud mental de las personas. Es importante reconocer y abordar los desafíos que esta temporada puede presentar, y recordar que está bien pedir apoyo. Al cuidar de tu bienestar emocional y establecer límites realistas, puedes hacer que la Navidad sea una época más significativa y gratificante, incluso en medio de los desafíos que puedas enfrentar.
Recuerda que tu salud mental es lo más importante. En Epico trabajamos un grupo de profesionales comprometidos en la recuperación de las personas con enfermedad mental y con nuestro trabajo, dedicación y apoyo, acompañamos a cada persona en ese camino. Si quieres conocer más sobre nuestra metodología, ponte hoy mismo en contacto con nosotros, no esperes al nuevo año.